Este es como MAMÁ.

Cuando Abel falleció, los niñitos estaban de vacaciones y su mayor temor era volver al colegio. Tenían varias razones y entre ellas estaba que les preguntaran una y otra vez que había sucedido y que los fueran a molestar o hacer sentir menos porque su papá ya no estaba físicamente con ellos. “Mami por favor, no queremos volver al colegio, ¡estudiamos desde la casa!” Una y otra vez eran las súplicas de Tefi y de Abel. Hablándolo con una amiga, que es psicóloga y mamá de un muy buen amigo de mis hijos, me recomendó que hablara en el colegio, para abordar el tema al regresar a clases con todos los niños; les contaron y respondieron todas sus preguntas. Por mi lado, para mí se me volvió casi una obsesión que mis hijos no se fueran ni a victimizar ni a sentir ni más ni menos que nadie por lo que estaban pasando. Aunque era duro y muy difícil, no les daba derecho de nada.

Todos los niños van pasando por distintas etapas en la vida y es normal tener discusiones y no estar siempre de acuerdo con los amigos, pero algo muy diferente es permitirles que se hablen mal y mucho menos que traten mal a sus amigos y hasta hermanos por ser diferentes a ellos. Siempre van a haber peleas, pero de una palabra pasa a un grito, de un grito a un golpe y se puede repetir miles y miles de veces. Mis hijos han peleado, han cambiado de amistades y es normal. Lo que nunca les he permitido es que traten a otros como no les gustaría que los traten a ellos. Que, porque algo no les guste o a ellos les gustaría tener o ser, no les da poder para tratar de bajar a una persona de donde esta. Cada quien tiene sus batallas. “Ojos vemos, corazones no sabemos”. Para mí, cuando se trata de mis hijos y su bienestar me puedo convertir en una leona, no permito que se metan con ellos, pero lo primero que hago cuando me ponen una queja de mis hijos es mal pensar de ellos. Aunque uno no crea que sus hijos son capaces de hacer ciertas cosas, es muy posible que si lo sean. Y si algo nos dicen de nuestros hijos hay que indagar y tratar de encontrar las razones. Para toda historia hay dos versiones y hay que tener la madurez suficiente como padres de poder aceptar que nuestros hijos se pueden equivocar. No podemos aplaudir un mal comportamiento y mucho menos escudarse para poder salirse por la tangente.

Tenemos que criar hijos fuertes, pero no fuertes en carácter donde prime la cobardía al pisotear a todos los que están a su alrededor. Es hacerlos fuertes de empatía y respeto. Que nunca se nos olvide que siempre va a haber uno mas grande o fuerte que nosotros, alguien que de pronto ya pasó por esto y aprendió por el mal camino como y seguir con la cadena. No hay crianza ni hijos, ni padres perfectos, pero hay que abrir todos los canales de comunicación y aprender a escuchar a los demás, escuchar a nuestros hijos y como padres poner de primero el corazón que el que dirán. Muchas veces cualquier tipo de bullying viene amarrado de un grito de ayuda por parte del que lo hace.

Este es un tema del que nunca pensé que iba a escribir, pero día a día vemos como toma más fuerza y no tomamos cartas en el asunto. En estos días estamos estremecidos por el dolor después de que un niño de 12 años se quitó la vida. Esto es en nombre de él y de todos los que han sufrido en silencio y que no saben cómo tener voz para afrontar las distintas situaciones y las consecuencias que pedir ayuda les puede traer. Si alguno de mis hijos en algún momento ha hecho algo o hace algo, dímelo, así como algunas personas pueden hacer caso omiso a los comentarios, muchas veces no se toman cartas en el asunto ya que los papás somos los últimos en enterarnos de las cosas que suceden a nuestro alrededor. No porque mi hijo lo haga, significa que yo se.

-MEC

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10 comentarios en “Este es como MAMÁ.”

  1. El Canal de Comunicación es muy Importante y por lo menos Yo escucho las dos partes porq uno como Madre tiene el Sexto Sentido a flor de piel. Cada Niño o persona asume las situaciones de una manera diferente. Orar por el Mundo Entero,,, cada vez es más Difícil la Crianza Un Abrazo

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  2. Muy bueno tu comentario aunque triste es la realidad. Solo nos queda esperanza que lo que enseñamos a nuestros hijos quede en su mente y sus corazones y les de Fortaleza para manejar situaciones que se les presentan en su diario vivir. No es fácil pero por eso hay que estar
    siempre para los hijos a cualquier edad. Saludos y ojalá algún día pueda conocerte cuando vaya a Barranquilla🌻

  3. Ma Elvira, te felicito por abordar un tema tan generalizado en éstos días. No debería suceder, ojalá con tu columna ayudes a tantos niños y padres que lo necesitan. Dios te bendiga y a los tuyos tbn

  4. Hola Mec ya sabes lo mucho que te admiro, te llevo un gran camino recorrido soy primero que todo mamá de dos hijos hombres ya viejos y te cuento que fui abuela de una linda niña que ya va a cumplir su primer año de vida, y tus escritos siempre me llegan al alma. Veo que tienes muy claro la importancia de la educación en valores desde la casa. Y en algunos momentos de las diferentes etapas por las que pasan nuestros hijos nos damos cuenta, que esas esponjas si absorbieron nuestras enseñanzas.
    Un abrazo
    Any Molina.

    Enviado desde mi iPhone

    El 18/02/2022, a la(s) 6:43 a. m., mec: perseverancia • resiliencia • permanencia escribió:

    
    mec posted: » Cuando Abel falleció, los niñitos estaban de vacaciones y su mayor temor era volver al colegio. Tenían varias razones y entre ellas estaba que les preguntaran una y otra vez que había sucedido y que los fueran a molestar o hacer sentir menos porque su pa»

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