Un comienzo.

Aunque ya estamos en febrero, apenas ahora siento que para mí comienza el año. Entre vacaciones y Carnavales, no da chance para volver completamente a la normalidad y la rutina. Por esto, te dejo esta carta que escribí el primer día del año.

Primero de enero, veinte veinticuatro.

Es el primer día del año. Día que todos esperamos con ansias para empezar un nuevo capítulo. Comenzar eso que nos prometimos al comer las doce uvas y eso que muchas veces dejamos para el año nuevo para ahora sí cumplirlo. Todo el año pasado, una de mis promesas fue escribir nuevamente, poder llegar a las personas a través de mis escritos como lo había hecho un tiempo atrás. Siempre encontraba una excusa: falta de inspiración, falta de tiempo y hasta no sé qué quieren leer que tenga yo que decir.

Para este año, me puse metas diferentes. Mis metas las empecé a cumplir desde noviembre. Volví a regalarme tiempo con el ejercicio, madrugando sin excusas y así tener tiempo no solo para mí, sino también para hacer las cosas que disfruto hacer sin que nadie me interrumpa. Haciendo esto, encontré que mis horas más productivas son antes de que todos se despierten. Entre el ‘ahorita empiezo’, el ‘lunes empiezo’ y el ‘primero de enero empiezo’, le damos tiempo a nuestra mente para que vaya a otros lugares y se vaya acomodando, perdiendo el rumbo de nuestras metas. Confieso que yo parecía una veleta suelta sin metas claras, aunque sabía qué quería hacer, pero hice una pausa y me puse a analizar qué era lo que verdaderamente me estaba afanando. Cuál era la razón para estar brincando de un lado al otro y tratando de correr cuando ni siquiera tenía claro hacia dónde iba.

Creo que una de las cosas que nos dejó la pandemia, entre muchas otras, fue un sentimiento de afán. Eso que uno siente cuando se le va a acabar el tiempo. Y aunque el tiempo de pandemia no lo tengamos en cuenta muchas veces, es lo que ahora nos está pasando la cuenta de cobro.

Por eso, este año he querido empezar con metas pequeñas, personales para poder irme acomodando nuevamente y encontrar eso que me encendía la llama para seguir escribiendo, para crear nuevos proyectos y así aportar a quienes lo necesiten. Bienvenidos nuevamente a este nuevo año, a este nuevo capítulo en mi vida. Una María Elvira diferente, una María Elvira con el corazón más llenito e incluso completo, una María Elvira con ganas de sacar adelante muchas cosas que de pronto se habían quedado solo en las notas de mi celular o en uno de mis miles de cuadernos, que este año no quiero que se queden solo en eso. Por lo pronto, empiezo con esto, volviendo a escribir, que por mucho tiempo fue mi lugar feliz.

-MEC

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1 comentario en “Un comienzo.”

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