Viudas

Las viudas, aunque ya me aclararon en la notaria que mi estado civil actual es soltera, somos estigmatizadas. Me impactó mucho cuando ante mis ojos tenía un listado donde había que especificar mi estado civil, era algo que no me imaginaba que iba a cambiar y nadie me había preparado para afrontarlo. En todas las culturas, al enviudar una mujer, el trato cambia. Es algo machista y doloroso ya que no escogimos, pero nos tocó y el peso se vuelve aún peor. En África, una mujer que queda viuda es desterrada y nadie se le puede acercar. En India, son condenadas a la mendicidad. Y así, cada cultura las va marcando. No es lo que siempre sucede, pero al cambiar un poco las reglas, cambia a ser mal visto. No sólo se carga el dolor de la perdida sino también el hundimiento que puede dar la sociedad y/o cultura. No hay tiempo que estipule cómo se debe llevar el luto y cuánto tiempo va a durar el dolor, aunque sea largo o corto no significa que no se tenga. La procesión se lleva por dentro.

La vestimenta, es una de las formas más conservativas de mostrar el luto. El color negro es con el que más se identifica una persona que carga un dolor, pero se cree que viene de una costumbre semita en la cual se pintaban la cara con cenizas y vestían de negro para camuflarse y esconderse de la muerte. En países como India y Japón, el blanco simboliza la palidez de la muerte y simboliza la idea budista “venir vacio, irse vacio.” En Egipto, el color que simbolizaba la muerte era el rojo, cargado de rabia, ira, fuego y representaba el desierto y el caos (actualmente el color es el amarillo o naranja). En Tailandia, el color de las viudas es el morado que representa el respeto de una mujer hacia su esposo; y así, las distintas culturas van utilizando los colores para representar las distintas emociones y por lo general son siempre llevadas por las mujeres.

Mi familia se preocupaba por mi, por la forma en que me expresaba y lo que dejaba de decir, lo que hacía y lo que no me daba la gana de hacer. Tenían miedo que un día toda esa calma se fuera y yo explotara con tanta fuerza que me llevaría al mundo por delante. Pasé por distintos niveles y emociones. Los primeros días no levantaba cabeza, aunque me sacudí, hay muchas cosas que no recuerdo si no son por fotos o cosas que me cuentan. Después me convertí en una leona con mis hijos a tal punto que un día mi psicóloga me dijo que menos mal se me había pasado y había salido la soberbia, para ser honesta me dolió bastante y nunca pensé que luchar por mis hijos y por mi me iba a sacar tanta rabia; hoy entiendo y se que es una fase normal por la que tenemos que pasar. Sentimos que el mundo y todo está en contra de nosotros, queremos luchar por lo que más queremos y protegerlo a toda costa con un miedo constante que una vez más algo sea arrebatado de nuestras manos. En esos momentos las cosas para mi eran blancas o negras; el sol salía o no. Poco a poco pasó la rabia y todo se fue llenando de aceptación; no era fácil y hasta hoy me lo repito –déjalo ir.

Cada vez que he sentido que estoy llegando por fin a la cima de esa gran montaña, un nuevo obstáculo o algo que me quiere frenar en el camino se atraviesa. Llego a lo que creía que era el final y poder levantar mis brazos victoriosa, y me doy cuenta que ante mis ojos tengo otro tramo largo y alto de esa montaña. Personas conocidas se pueden convertir en el peor obstáculo, tratando de dañar todo lo que esta alrededor de nosotros y a nosotros mismos. Al verme bailar hace poco con alguien en una fiesta, se le acerco no se con que tipo de intención, a la persona con la que yo bailaba a recalcarle que yo era viuda y que tenia cuatro hijos; de lo que si estoy segura es que no lo estaba haciendo por protegerme a mi. Cosas así son las que me hacen llenarme de más ganas de afrontar el mundo de la mejor manera llena de amor y sobre todo de Dios.

Puede ser que me he encontrado, me he conectado conmigo misma, he descubierto cosas mías que no conocía que existían, pero nada de eso significa que estoy cien porciento bien. Una palabra, una canción, un detalle, una calle y hasta mis hijos pueden traerme un recuerdo de él. Lloro, me caigo, pero me vuelvo a levantar ya que por algo sigo aquí. El tiempo va sanando la herida, pero como cualquier cicatriz, ahí queda la piel más sensible. No es como muchos piensan que si uno se ríe, sale, se divierte, busca nuevas actividades, se arregla y maquilla, le de una nueva oportunidad a la vida significa que ya no quiera o se haya olvidado de la persona. Por ellos y por nosotros mismos tenemos que seguir caminando, unos días más rápidos que otros, hasta que logremos la velocidad que buscamos; un día a la vez.

Decálogo por Arnaldo Pangrazzi, de su libro “La pérdida de un ser querido”, para que los viudos y las viudas puedan ser felices.


1. Aquel a quien has perdido sigue viviendo dentro de ti. Descúbrelo, descúbrela.
2. El viudo y la viuda deben comunicarse, deben desahogarse, deben abrirse a la amistad y a la familia.
3. El pasado no se puede cambiar. El viudo y la viuda deben tomar decisiones, asumir la nueva vida que les queda por delante. La toma de decisiones es un estímulo para mirar al futuro y no sentirse presos del ya inevitable ayer.
4. El viudo y la viuda deben ser muy pacientes consigo mismos. Es preciso dar tiempo al tiempo.
5. Aprende a perdonar y a perdonarte. No te tortures por los errores cometidos ni por las responsabilidades del pasado.
6. Recurre a la fe. Es preciso desahogarse en Dios y confiar que no hay prueba que Él permita que no podamos superar. Esta fe y esta confianza se han de nutrir de la oración.
7. Cree en ti mismo, en ti misma. Siéntete útil. El sufrimiento estimula la creatividad.
8. Entabla nuevas relaciones. No está en juego tu fidelidad al ser querido que ya murió. Estas nuevas relaciones alegrarán tu corazón e incrementarán tu amor por el que marchó.
9. Vuelve a sonreír. La sonrisa te ayudará a superar el dolor y a descubrir espacios de alegría, de esperanza y de optimismo cotidianos. Una sonrisa no cuesta nada y produce mucho.
10. Comienza dar, a darte. El modo más eficaz de vencer la propia soledad y de superar el dolor es implicarse en la soledad y el dolor de los demás.

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16 comentarios en “Viudas”

  1. Maria Alejandra Uribe

    Mi maryyyyy… eres un ejemplo para todos los que tenemos la dicha de conocerte. Gracias por sonreír y por mostrarnos que la vida sigue siendo linda a pesar del dolor q cargamos dentro. Gracias porque tú nos enseñas a vivir cada día como si fuera el último. Gracias por que los que te queremos de verdad, te admiramos y aplaudimos tu fortaleza. A El que le duela verte brillar… que se acostumbre xq tu luz jamás se apagará ♥️ Luv you!!!

  2. Mary, entiendo tu frustración. A las separadas también les ponen una etiqueta, pero esta fue la batalla que te tocó lidiar, y la estás lidiando de la mejor forma. Estás siendo y dando ejemplo. Tú eres un ser especial que vino a este mundo a darnos una lección de vida y lo estás logrando. El hombre que escojas para ser tu nuevo compañero de vida tiene que ser un príncipe y solo es cuestión de tiempo para que te lo manden de allá arriba!! Sigue con tu misión de vida que el resto llega por añadidura y el mundo a tu alrededor seguirá cambiando gracias a ti!!

  3. La sabiduría que despliegan tus vivencias es la mejor enseñanza que nos puedes compartir. Eres una mujer muy especial por eso Dios no te desampara.

  4. Escribes con una sencillez y sinceridad que logras conectarnos a todos, aún sin conocerte! reflexiones que nos ayudan para la vida, aún cuando todavía no hallamos pasado por un perdida.

  5. Eres una tesa una berraca todos tus escritos aun cuando no estoy en tu situación me llegan al alma y me dan fuerza para superar mis propios obstáculos, la vida es extraña pero Dios es tan misericordioso, las personas rara vez se alegran de verte bien y siempre buscarán dañarte de alguna manera… te quiero porque eres mi hermana en Dios y la Virgen, sigue adelante Jesus yo confio en ti!
    Ahh y tu estado civil jaaaa siempre seras la esposa de un hombre especial siempre seras la dueña de un amor genial!!!

  6. No estoy identificada contigo, pero a mi hermana del alma le paso igual que a ti en situaciones diferentes, pero cuando las familias somos unidas sabemos el dolor tan grande por el cual atraviesa nuestro ser querido.
    Eso es duro pero Dios les da sabiduria y templanza para seguir adelante.

  7. Ooo waooo, hoy me encuentro con esto, me alegra saber que hay personas con las que me identifico y saber que lo estan superando, es duro encontrar nuevo proposito despues de una peedida, tambien enviude hace un poco mas de 6 meses, estoy en pleno proceso de duelo y la desesperanza aveces me invade, y si que no hayan lagrimas no significa que no exista sufrimiento y definitivamente solo quien vive la perdida sabe verdaderamente que se siente. Gracias por compartir tus experiencias, testimonios como estos me muestran que si se puede.

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