Esta historia es con permiso. Antes de sentarme a escribirla, le pregunté si podía contar su historia. El personaje es Abel Eduardo, mi hijo. Cuando tenía cuatro años o quizás tres, no recuerdo bien, lo metimos en clase de fútbol. A esa edad, como la mayoría de los niños, solo corrían de un lado a […]
Aquí estoy, nuevamente sentada en un avión, en la ventana con mis audífonos puestos, dándole la espalda a la ventana y tratando de que no me vean escribiendo. Una de las cosas que no me había dejado escribir no era la falta de inspiración, sino sentir que me estaban observando, algo que nunca me ha
Aunque ya estamos en febrero, apenas ahora siento que para mí comienza el año. Entre vacaciones y Carnavales, no da chance para volver completamente a la normalidad y la rutina. Por esto, te dejo esta carta que escribí el primer día del año. Primero de enero, veinte veinticuatro. Es el primer día del año. Día
Cuando Abel falleció, los niñitos estaban de vacaciones y su mayor temor era volver al colegio. Tenían varias razones y entre ellas estaba que les preguntaran una y otra vez que había sucedido y que los fueran a molestar o hacer sentir menos porque su papá ya no estaba físicamente con ellos. “Mami por favor,
Hola yo de hace 6 años, Lo primero que te quiero decir es, tranquila. Vienen muchas cosas para ti que ni en un millón de años te imaginaste que podía ser posible que te pasara a ti. No es fácil lo que te viene, pero lo vas a lograr. Vas a poder levantarte de las
Después de casi dos años de estar “retirada” y tomándome mi tiempo, aquí estoy. Aunque esta pandemia a muchos les ha quitado más que a otros, todos hemos tenido cambios y sobre todo enseñanzas. Nos ha tocado casi a la fuerza volver a lo básico, real y hasta lo mas importante; el hogar. Y de
Hay momentos en que debemos detenernos, respirar, escuchar lo que nuestro cuerpo nos quiere decir. En estos momentos la naturaleza nos está pidiendo ese descanso, una pausa para que escuchemos. Aunque en estos momentos de cambio todos estamos en una etapa de transformación, no es mi primera pausa. Después de muchos meses de no sentarme
Durante estos casi tres años, he luchado constantemente para que lo que me sucedió no sea lo que me defina. Me ha transformado, he evolucionado, pero eso no significa que todo esté superado. Nadie escoge ni quiere que su vida tenga que llevar algunos descarrilamientos. Lo que no sabemos es que son esos mismos episodios
Después de la tormenta, siempre llega la calma. No significa que no se pueda aproximar otra tormenta. Al terminar un libro, no significa que el escritor no pueda sacar otro o que en su imaginación o las de sus lectores el relato pueda continuar. Así mismo es la vida, llena de capítulos que con los
Dos años, dos años de constante cambio. Una montaña rusa gigante de emociones de la cual más de una vez me he querido bajar y darme por vencida. Por momentos me cuestiono y me da duro pensar que la vida que me imaginé no pasó de los 31 años. Cuando me preguntaban cuántos hijos quería, mi
