Aceptación

Hay eventos y situaciones en la vida que por mucho que nos duelan, no nos gusten y queramos cambiar, no están en nuestras manos. Aceptar es difícil, pero aceptar sin cuestionar lo es aún mas. Cuando estamos en una situación que nos cambia nuestro día a día y nos saca de nuestra zona de confort, luchamos, nos preguntamos y revivimos el momento un millón de veces a ver dónde está ese pequeño cambio o diferencia que puede regresar todo a la normalidad, a lo que estábamos acostumbrados. Existe una gran diferencia entre aceptar y aceptar sin cuestionar. No estoy diciendo con esto que no se debe luchar, evaluar y revisar una situación y hacer todo lo que humanamente está en nuestras manos. Una delgada línea es la que traza el límite donde ya debemos dejar de insistir y, entonces sí, soltar.

Cuando llevábamos varios días en la clínica con Abel, sin ningún cambio que demostrara una mejoría, estábamos revisando todas las opciones que teníamos. Enviamos a USA su historia médica para que un gran amigo, uno de los mejores doctores en esa área, pudiera dar su opinión. En caso necesario, mi seguro médico cubría los gastos para traer a cualquier doctor. Ya se nos estaban acabando las opciones, medicamentos y cosas por hacer. El intensivista, una persona que aprecio mucho, me llamó a su consultorio y me miró fijamente a los ojos. Después de un gran suspiro, empezó a hablarme. Agarró su libreta y me dibujó tres líneas, y mirándolas, me dijo: “en estos momentos hay tres caminos por los que puede ir esto. No es fácil escuchar lo que te voy a decir, pero me siento en el deber, por el cariño que siento por ustedes, que te las tengo que decir y necesito que las entiendas”. Señalando la línea del medio me dijo que Abel llevaba varios días ahí. Donde no había cambios, sus niveles estaban sin avances significativos y sus pupilas seguían dilatadas.

“Abel tiene tres opciones. Estamos en esta, haciendo todo lo que podemos, y no sabemos cuánto va a durar así. Pueden ser horas, días, meses o años, y si llega a ser esta opción, la vida que pueden llevar tus hijos y tú con él va a ser muy difícil». Señalando la línea de encima, me dijo: “esta es la opción que todos quisiéramos y le pedimos a Dios para que pase rápido, no tengo que decir mucho ya que sé que esta opción la tienes clara». Yo lo miraba escuchándolo atenta, pero sabía y sentía que muchos de los que estaban a mi alrededor pensaban que yo estaba flotando en una nube y que estaba ajena a lo que en realidad estaba pasando.

Mi realidad era otra. Yo estaba al mismo nivel de pensamiento que los médicos y entendía perfectamente en el punto donde estábamos. “Esta tercera opción, que es por la que estamos trabajando duro y rezamos para que no pase, puede pasar. Quiero que tengas claro que esta es una opción. Se necesita un milagro para brincar de donde Abel está a como lo queremos ver todos. Pero él puede morir, es una opción». Cada hora que pasaba era importante, ya que el flujo de sangre que llegaba a su cerebro era poco.

Ese día nos habían entregado los resultados de un examen que yo estaba esperando y nos decía si había muerte cerebral. No tenía, pero el flujo era muy bajo. Yo miré al intensivista y le dije que yo sabía y entendía lo que él me estaba tratando de hacer entender, pero quería que él entendiera que uno como humano se aferra siempre a Dios y lo último que se pierde es la fe. Para mí era muy diferente que me dijeran que había muerte cerebral a que hubiera un poco de flujo. Le expliqué también que yo le había prometido hacer todo lo que estuviera en mis manos y a mi alcance, pero cuando ya no fuera conveniente para su mejoría, iba a aceptar las cosas.

Si yo me hubiera quedado de brazos cruzados, esperando solo a que pasaran las cosas y me daba por vencida, estoy segura que el ‘¿qué tal si yo…?’ sería mi gran tormento por el resto de la vida, cargando siempre con un sentimiento de culpa.

El intensivista me miró y sonrió. Me dio un fuerte abrazo y me dijo que quedaba tranquilo porque yo sí estaba en la misma página en la que él necesitaba que yo estuviera y me veía fuerte.

Dos días después, Abel seguía sin ningún cambio significativo para bien o para mal. Yo había aprendido a leer los niveles de oxígeno en la sangre, al igual que los signos vitales. Sus niveles habían empezado a bajar, cumpliéndose así mi gran miedo. Como hija de médico, sabía que cuando los niveles bajan se empieza a afectar el funcionamiento de los órganos. Esta fue la última vez que pude ver ese monitor, ya que a la mañana siguiente Abel falleció.

Yo, sin saberlo, esa mañana se lo había ofrecido a Dios e hice lo más difícil que nunca pensé que me iba a tocar hacer. Lo había soltado. Sabía que ya no estaba en mis manos ni en la de los médicos el destino de Abel, sino que era Dios el único que podía decidir. Le pedí que lo que hiciera fuera lo mejor no solo para Abel, sino para los niñitos y después para mí. Sabía que tenía que dejar de ser egoísta; por tenerlo acá conmigo no íbamos a regresar a la vida que llevábamos antes y no iba a ser sano para ninguno, principalmente para los niñitos. Los cambios en nuestro núcleo familiar iban a ser tan grandes que se hubieran convertido en un desafío para poder llevar el día a día sin crear traumas a los más importantes: mis hijos.

Aceptar no es solamente decir “ok, listo ya pasó!”. No. Es un poco más complicado que eso. Aceptar es soltar y dejar ir las cosas. Te queda la satisfacción o la tranquilidad que lo intentaste, pero por razones que se salen de tus manos no lograste lo que de pronto pensaste que era lo que más convenía. Muchas veces nos cerramos por tratar de lograr algo que creemos que es la única opción, sin darnos cuenta que hay que hacer un pare y mirar a nuestro alrededor para ver que hay otras opciones. Por lo general no alcanzamos a ver las distintas puertas y caminos que se nos abren por no querer desamarrarnos de eso que no nos hace bien y no nos deja seguir nuestro rumbo.

FRIMA MEC

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26 comentarios en “Aceptación”

  1. Guaoo que difícil debe ser lo que viviste. Eres una mujer valiente y que bueno que puedes compartir tu historia para lograr llegar a mucha gente, que como tu, viven esta situación. Situaciones como estas, nos ayudan a seguir adelante y a ver la vida de una forma diferente.

  2. Hermosa Frase que inspira: Muchas veces nos cerramos por tratar de lograr algo que creemos que es la única opción, sin darnos cuenta que hay que hacer un pare y mirar a nuestro alrededor para ver que hay otras opciones. Por lo general no alcanzamos a ver las distintas puertas y caminos que se nos abren por no querer desamarrarnos de eso que no nos hace bien y no nos deja seguir nuestro rumbo.

    Mucha Fortaleza, Dios los bendiga!

  3. Nunca se que decirte. A una distancia prudente me he sentido feliz por muchas cosas buenas que has vivido. desde teffy , tu matrimonio, el nacimiento de tus hijos, luego la gran tristeza. Te acompaño y te acompañare en todo lo que me necesites. Queriendote y admirandote como no te imaginas! Un abrazo enorme

  4. me encanta como escribes!! que buena terapia!!! para ti y para las que tenemos el priviligio de tenerte cerca! love you MEC! un dia nos tienes que escribir sobre el cisne al lado de MEC..estoy interesadisima en lo que significa para ti.. y en origami..etc, fijo alli tambien hay un mensaje hermoso de humanidad.

  5. Priscilla wehdeking

    Mary you are an old soul!!!…….No se me olvida cuando me dijiste q habías ido al morro y que lo habías soltado para que Dios hiciera su voluntad!!! Recuerdo cada una de tus palabras ese día llena de paz de fe y de dolor ese fue tu mejor regalo para Abel irse en paz!!! Love u….. te admiro demasiado mia mejores deseos siempre para ti, te vienen cosas muy lindas!!! Te lo mereces

  6. Compartir las experiencias es muy generoso; los demás aprendemos de ellas, y hasta los acontecimientos mas tristes pueden llegar a ser enseñanzas muy valiosas para todo aquel que esté dispuesto a escuchar.
    Gracias por tu fortaleza y disposición de compartir con nosotros. TQM

  7. Eres una gran mujer valiente y valiosa, todo en la vida tiene una razon de ser y como tu muy inteligentemente lo dices, » hay soltar y dejar ir » con la tranquilidad q hiciste todo lo humanamente posible para que despues papa Dios actue y sea su voluntad. Admiro mucho tu fortaleza y valentia, te esperan muchas bendiones!!!

  8. María Victoria Yunis

    gracias por compartir de una forma tan sincera ese capitulo de tu vida que sin duda nos enseña a todos los que leemos tu blog. no me canso de decir, admiración total.

  9. Mari que increible ese detalle de lo que relatas, me siento viviendo esos momentos de angustia!! Siempre estuve convencida que tu forma de aceptar aquella situacion tan dura, era de admirar. Hermoso ejemplo de aceptacion y de fortaleza💙🙏🏻🌟love you💙💙

  10. MariaE quiero felicitarte!! Nos demuestras que eres una mujer muy valiente y con mucha fortaleza tengo la seguridad que Dios y la Virgen tienen cosas muy lindas para ti y tus hijos. Un abrazo 👏🏼👏🏼🤗

  11. Mari gracias por compartir esto con nosotros. De situaciones tan duras y tristes hay grandes enseñanzas. Eres un gran ejemplo de fortaleza. Estoy segura que vendran grandes cosas. Tienes una familia hermosa ❤️! Me encanta como escribes, atrapas al lector. Te quiero!

  12. Hola, déjame felicitarte por este blog tan inspirador. Me entere de la muerte de su esposo por casualidad, ya que se notaba que era un hombre muy querido. La historia me impactó mucho por ser una persona joven, por tí y tu hermosa familia y por último, por el dolor que sabia estabas pasando.

    Digo sabia, porque leí tu historia en un momento sensible de mi vida. Yo perdí a mi papá hace poco y muchos de tus pensamientos y sensaciones, fueron los míos.

    Hoy me entere de este blog y no dude ni un segundo para entrar a leer. Lamento mucho por esta prueba tan dura que haz pasado, pero me alegra mucho sentirte bien y fuerte. Espero de corazón que sigas aprendiendo a vivir con esto, porque tus hijos necesitan de tí más que nunca.

    Dios y el Sr. Abel no te desampararán en este nuevo camino que haz emprendido.
    Por favor sigue escribiendo, ya que es bueno para tí para desahogarte y bueno para los que te leemos por ser fuente de inspiración.

    La admiro mucho.

  13. Mari que fortaleza amiga , un ejemplo para todos especialmente para las personas q tenemos el privilegio de tenerte cerca !! Estoy convencida que Papa Dios tiene muchas cosas lindas destinadas para ti… Te lo mereces!
    Te quiero mucho

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